SINOPSIS: Viajar al
pasado nunca ha sido tan creíble. Ni tan terrorífico. Jake Epping es un
profesor de inglés que se gana un sueldo extra impartiendo clases nocturnas a adultos
con problemas de lectura. Entre ellos se encuentra Harry Dunning, que un día
pone por escrito cómo, hace cincuenta años, su padre borracho mató con un
martillo a su esposa y a dos de sus tres hijos. Tras leer esa redacción algo se
transforma dentro de Jake; su vida cambia por completo en tan solo un instante.
Poco después, su viejo amigo Al, propietario de un diner, le revela un secreto
increíble: en el almacén de su restaurante existe una puerta que lleva a quien
la cruza a 1958. Él lleva usándola desde hace tiempo con un objetivo que lo
obsesiona: impedir el asesinato de Kennedy. Ahora le pide a Jake que lo ayude
en su misión. Y así comienza la nueva vida de Jake como George Amberson. De su
mano descubriremos el impecable retrato social, político y cultural de finales
de los años cincuenta y principios de los sesenta; un mundo marcado por coches
enormes, la figura de Elvis Presley y el humo del cigarrillo flotando por todas
partes. Y por un asesinato que tal vez ahora nunca se produzca.
¿Qué decir de este
libro? Es mi libro favorito de todos los que he leído (que no son pocos), por
ello intentare ser objetiva: es una historia muy bien construida (se nota que
King se tomó su tiempo para documentarse ampliamente sobre el tema) y por ello,
a pesar de tener más de 800 páginas, la historia atrapa rápidamente.
En esta novela
Stephen consigue introducir en la trama los viajes en el tiempo de una manera
muy “natural” (todo lo natural que puede ser un viaje en el tiempo claro) y
consigue que el lector crea que, de hecho, sería posible que se diera la situación
del libro.
Otro de los puntos
importantes en esta novela es la recreación de la (norte) América de finales de
los años 50, la cual esta increíblemente bien reflejada a lo largo de toda la
historia y te hace imaginar perfectamente el ambiente y el tipo de relación que
se daba entre las personas de la época.
El personaje
principal (Jake) es una persona inteligente pero sin llegar a ser pedante. No es
el típico “héroe” y tampoco es un “pringado” que acaba siendo el mejor y
gracias a él todo es perfecto. Es una persona normal que a lo largo de la trama
comete fallos, se deja llevar por sus emociones y tiene momentos épicos (porque
aunque no lo creáis todos tenemos momentos de esos). Me gusta el hecho de que
Jake no sea plano (en general ningún personaje de King lo es) y tenga
conflictos internos durante toda la historia y poco a poco se vaya dando cuenta
(al mismo ritmo que el lector) de cómo va a acabar (y debe acabar) toda la
historia..
El hecho de que uno
se vea venir el final (al menos yo si lo vi venir) no desmerece para nada la
novela ya que no lo ves venir porque la historia sea simple o plana, lo ves
venir porque la historia y todo lo que pasa te hacen ver el final de una forma obvia.
Es cierto que el final es acelerado (como en todas las novelas de King), pero
coherente y (en mi opinión) muy acertado.
Puntos fuertes: lo
bien llevado que está el tema de “viajes en el tiempo”, lo bien construida que
esta la historia y como la propia trama te lleva (con una lógica increíble) a
que veas el final antes de que este llegue y, cuando por fin llega, pienses: ¡qué
bien ha acabado!
Puntos débiles: por
decir alguno, diría que el libro es bastante largo y, aunque la historia
atrapa, llega un momento que solo deseas que llegue el “momento Kennedy” y ver qué
pasa. Incluso para los amantes de Stephen se hace de rogar mucho ese momento y
sí, estas disfrutando de la historia, pero no dejas de pensar en ese momento
crucial.
Puntuación: 5/5
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